Página 7 de 8 1.- Localización y principales características.
El Ronquillo se encuentra situado en las estribaciones de Sierra Morena, en plena Sierra Norte Sevillana, en un área tímidamente montañosa, a 49 Km. de la capital andaluza.
Atravesada por una de las rutas de más abolengo de España: la Ruta de la Plata, el acceso al pueblo es fácil y directo. Hoy, como consecuencia del progreso, queda a atravesado por la N-630 que enlaza Sevilla con Gijón.
2.- Sus orígenes.- El tránsito de viajeros, comerciantes y peregrinos a través de la Ruta de la Plata, ha marcado la historia del pueblo desde sus orígenes, en una fecha indeterminada del siglo XVI. Dos ventas, que satisfacían las necesidades del transeúnte al paso, fueron el germen del actual municipio. A su alrededor se formaron los dos primeros barrios de El Ronquillo: Barrio de Zufre y Barrio de Santa Olalla.
El nombre actual, es el diminutivo del apodo con el que fue conocido el propietario de otras dos ventas, posteriores a las primigenias, pasando a ser una de éstas conocida con el nombre de "Venta El Ronco", durante el s. XV, ubicada en el Barrio de Zufre, hoy Plaza de la Constitución. 
A partir de 1.653 el poblado de El Ronquillo pasó a pertenecer a la Villa de Señorío de Santa Olalla. Juan V. Tirado Leyva compró el Barrio de Zufre al rey Felipe IV; desde entonces los ronquilleros sufrieron una excesiva represión por parte de su villa matriz. Durante la Guerra de la Independencia -s.XIX- acontecieron sucesos estremecedores en la aldea. En marzo de 1.811, un correo francés, portador de importantes noticias sobre la conquista de Badajoz, se detuvo en la posada de José Diego Fernández Rufo, alcalde pedáneo de El Ronquillo; éste, fiel al rey Fernando VII, puso al servicio del militar galo a Juan Gómez, como postillón, para que le guiase hasta Sevilla. El correo francés fue asesinado, tras salir de la aldea, a menos de una legua de camino y los pliegos del mensaje fueron requisados. Desde entonces el lugar es conocido como "La alcantarilla del hombre muerto". Los presuntos asesinos -el alcalde, el postillón y el cura- fueron llevados a pie hasta la Cárcel Real de Sevilla. El 4 de abril del mismo año fueron matados en la Plaza de San Francisco, todos menos el cura. Con todo, los vecinos permanecieron fieles a la Monarquía destituida. En el año 1.817, Joaquín Fernández Rufo, hermano del alcalde asesinado, junto a 21 vecinos más solicitaron a Fernando VII la merced de Villazgo para El Ronquillo, y en consecuencia, su independencia de Santa Olalla. El Rey se inclinó favorablemente ante tal petición, por la l ealtad mostrada por los ronquilleros para con la Corona. Ya con fecha 1 de mayo de 1.820 aparece el primer acta de la reunión del Ayuntamiento independiente, siendo su lugar de esparcimiento natural. La pesca y una gran cantidad de deportes náuticos también tienen cabida para los amantes de estas actividades. Los Lagos del Serrano, cuya entrada se realiza por la carretera local El Ronquillo-Embalse de Cala, se presenta idóneo para todo aquel que quiera comunicarse con la naturaleza en grupo. Si se busca la soledad y tranquilidad, disfrutando del olor silvestre y el rumor del viento, el paisaje ideal es el del Pantano de la Minilla, cuyo acceso se realiza por la antigua "Cuesta de la Media Fanega".
4.- Monumentos.- Dos son los edificios representativos del municipio. La Ermita de Ntra. Sra. de Gracia, entre pinos centenarios y en la cima de una de las suaves montañas que rodean el pueblo, se ubica esta construcción del s. XVI cuyo pórtico se realizó ya en el s. XIX y acoge a la patrona , cuya imagen data del s. XVI: "la Virgen Chiquita" que mide apenas 22 centímetros. El otro edificio representativo es la Parroquia del Divino Salvador, en el casco antiguo, concretamente en la Plaza de la Constitución. Construida durante el reinado de Felipe II, s. XVII, desde su fundación ha sufrido dos reconstrucciones importantes: en el s. XVIII y la segunda entrando el s. XX. Altar mayor de tres calles separados por columnas salomónicas, propias del estilo barroco. Alberga imágenes también barrocas, de San Antonio de Padua y San José con el Niño; en el centro la imagen titular del Divino Salvador, de algo más de un metro y del s. XVIII. 5.- Costumbres y fiestas populares.- Son muchas las fiestas que configuran el calendario de celebraciones del pueblo. Nada más empezar el año, llega la Cabalgata de los Reyes Magos. El 2 de febrero, el pueblo se cubre de humo y aroma a romero, son las Candelarias, seguido el 3 de San Blas, con la tradicional bendición de los panes y las roscas en la Parroquia del Divino Salvador, costumbre con algunas modificaciones. No termina el mes sin que se celebren sus famosos Carnavales, llenos de colorido y desenfado. Llega la primavera y con ella la Cruz de Mayo, engala- nada con las plantas típicas del lugar, celebrán- dola durante todos los fines de semana del mes, con alegres verbenas populares. En las vísperas de San Juan, 24 de junio, los mozos solteros expresan sus sentimientos hacia las jóvenes de la localidad de un modo peculiar, haciendo uso del lenguaje rítmico de sus antepasados, asociando sentimientos con diferentes plantas del lugar. Es la popular fiesta de "la Enramá", con ejemplos como: para cantar la belleza de la joven, en el transcurso de la madrugada dejan una rosa en la ventana a modo de "niña hermosa" y si pretende declararle su amor utiliza una rama de mastranto que significa "te quiero tanto". El mes de julio es el marco donde se celebra el Mes Cultural de la Villa, con exposiciones, concursos, proyecciones, todo aquello que sea de interés didáctico y divulgativo. Agosto es el mes de las Ferias y Fiestas Populares, durante cuatro días se agasaja a los emigrantes que vuelven por vacaciones, se organizan fiestas camperas, carreras de cintas a caballo y bicicleta, verbenas populares, conci- ertos, corridas de toros, con la luz y el color de protagonistas. Las Fiestas en Honor de Ntra. Sra. De Gracia se celebran en Septiembre. Los días 6, 7 y 8. Los ronquilleros se vuelcan en su patrona, le cantan coplillas, engalanan las fachadas de las casas con vengalas y luminarias al paso de la "Virgen Chiquita" en la salida procesional del día 8. La llegada del otoño indica la Feria de Caza y Pesca, que aspira a conver- tirse en una de las más importantes de la Comu- nidad Autónoma Andaluza, con empeño e ilusión de sus organizadores y la numerosa participación de la comarca y la provincia.
6.- Actividades de ocio.- El Ronquillo es uno de los pueblos más galardonados con el Premio Nacional de Embellecimiento Municipal, por lo que pasear por sus calles, ya es de por sí una actividad renovadora. Pero si busca acción y deportes, puede practicar desde la pesca, en embalses y ríos, rutas en mountain-bike, deportes náuticos, caza, deportes tradicionales. Una gran variedad en pleno contacto con la naturaleza.
7.- Gastronomía típica.- Si por algo es famosa la cocina ronquillera es por la elaboración y condimentación específicas de los productos de la zona.
Son por todos conocidas las excelencias de las chacinas serranas -chorizo, jamón, caña de lomo... Pero no son, ni mucho menos, los únicos productos que pueden saborearse en El Ronquillo. En época de caza -mucha es la afición de sus gentes- degustaremos platos como el conejo, la perdiz, el venado o el jabalí. Y en cada venta o bar los saborea- remos de modo distinto: al ajillo, en salsa, con arroz, en caldereta, acorde con los paladares más exigentes. Del cerdo es aprovechable todo, pues es larga la tradición existente en el pueblo en el tratamiento culinario de éste. Es un verdadero placer el tomar una copa con los amigos acompañándola de "pestorejo", ritual que se cumple todos los años de matanza tradicional, cuando los fríos hacen aparición. Y sin calificativos nos quedaremos al comer el solomillo ibérico, las costillas, el lomo... En época de Cuaresma y Semana Santa son típicos los guisos de garbanzos con bacalao, las castañas guisadas, y el plato autóctono por excelencia: los "gurumelos", unas setas típicas de la zona, de un sabor exquisito, que permiten diferentes y variadas técnicas de elaboración. Es merecida la mención que requieren los productos de la huerta, sobre todo en época estival. Son utilizados, dada su alta calidad, para el adeceramiento de carnes y ensaladas, así como para la elaboración de sopas frías, en especial gazpacho. Se tratan de frutos ecológicos cien por cien, ya que los hombres del campo se niegan a trabajar la tierra con productos químicos. Así mismo, la repostería ocupa un lugar preferente en las cocinas de la localidad. Cualquier momento es oportuno para celebrarlo con pasteles y dulces caseros. Destacar las torri-jas en Semana Santa, los pestiños y rosquillas, en Navidad, las rosas y buñuelos, los gañotes, las perrunillas, para comer en cualquier época, o las serranas tortitas de chicharrones y bizcochos. Conscientes de la importancia de la alimentación en la salud de las personas y en su eficacia como nexo de comunicación en las relaciones humanas, los ronquilleros están trabajando últimamente en la recuperación de platos antiguos así como en la divulgación de sus cualidades y excelencias, con la organización de campañas y jornadas de promoción gastronómicas.
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